Osmar Santos desde siempre se manifestó artísticamente a través de la fotografía.
A lo largo de 60 años documentó acontecimientos artísticos, paisajes urbanos y rurales, registró sus viajes con largas series de fotos.
Pero su verdadera vocación desde los comienzos como fotógrafo fue el retrato: Niños, adolescentes, mujeres, hombres, ancianos, grupos familiares del campo y la ciudad, desde humildes familias rurales hasta obreros de la zona urbana fueron sus modelos para las fotos que tomó y luego procesó en el laboratorio propio en su domicilio.
Luces, sombras y claroscuros obtenidos con iluminación natural en la totalidad de los casos proporcionan a sus retratos una atmósfera cálida e intimista.
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